Este terroir está formado básicamente por granitos, rocas de cuarzo con diferentes exposiciones dadas por la geografía.
El origen de estos suelos es la cordillera de la costa, que está a 9 km del Océano Pacífico. En este lugar, el Sauvignon Blanc y el Pinot Noir expresan su máximo potencial, donde los suelos minerales y el clima frío crean una condición ideal para un óptimo proceso de maduración.