Desde que en 2015 se instauró el Día Nacional de Vino, el mes de septiembre tiene un nuevo significado para los amantes de esta bebida. A la tradicional celebración de Fiestas Patrias se suma ahora el 4 de septiembre, una fecha que hace alusión a la primera mención escrita de la palabra "vino" en territorio chileno y que corresponde a una carta escrita el 4 de septiembre de 1545 por Pedro de Valdivia al rey Carlos V, en la que solicita "vides y vinos para evangelizar Chile".
Y como el 18 y 19 de septiembre celebramos también la instauración de la Primera Junta Nacional de Gobierno, qué mejor que festejar con vino. Te proponemos dos cepas muy identificadas con nuestra tierra, un Cabernet Sauvignon para el infaltable asado y un Carmenère para las sabrosas empanadas.
Koyle Royale Carmenère muestra interesantes aromas a hierbas, mora y sándalo. Sus taninos son sedosos con un final largo y persistente proveniente del 8% de Malbec y una envolvente sensación en el paladar medio proveniente del 7% de Petit Verdot. Servir a 16-18°C.
Koyle Royale Cabernet Sauvignon deleita con su equilibrado aroma a hierbas, cerezas y cedro. Es un vino vibrante y elegante, con una sensación firme en boca y un final con notas minerales y especias que muestran su origen único. Servir a 15-18°C.